En conmemoración a los 30 años de democracia, tras la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner, la Cámara Nacional de Comercio y Servicios de Paraguay (CNCSP) se manifiesta e indica fervientemente su deseo de romper la ineficiencia de los servicios prestados por las empresas públicas – que ya fueron planteados en los albores de la democracia – pero nunca han dado un paso hacia el mejoramiento de la gestión de las mismas.
Tras estos años queda claro que los servicios públicos vitales para la ciudadanía como la energía eléctrica, agua potable, desagüe sanitario y pluvial, nunca llegaran a ser eficientes sino se cambia el modelo de gestión. Un avance claro de mejoramiento son las compañías de telefonías celulares que han evolucionado y desarrollado positivamente. No ocurrió lo mismo con el ente público COPACO y con las otras instituciones públicas que a lo largo de estos años hemos notado que solo sirven para la corrupción, el despilfarro en desmedro de la inversión y el privilegio de los negocios particulares antes que la calidad del servicio.
Teniendo como premisa lo mencionado, para la CNCSP no se justifica la existencia de empresas públicas y sugiere una profunda reforma que fortalezca los entes reguladores pasando a la gestión privada para generar competencia. El estado no debe estar en la producción de bienes como ACEPAR, Industria Nacional del Cemento, CAPASA, etc. y no debe competir en los servicios, más bien debe regularlos con reglas claras que aseguren buenos servicios a la población.
La ineficiencia de los servicios básicos no solo condenan al desarrollo económico, sino que afecta la salud y el bienestar de la población y destruye la calidad del ambiente. Si no tercerizamos las empresas del estado, condenamos el desarrollo a futuro.